Pocos supervivientes aguantaron el devastador azote del los poderosos tiranidos; sin embargo una guarnición en el lado oeste de la gran colina lograba resistir.
Alli se encontraba Kenhin protegiendo la moral de aquellos pocos marines que afrontaban los ultimos instantes del asalto a aquella enorme fortificación humana.
Sabían que lo que protegían ahi era importante para el imperio de la humanidad; una reliquia de suma importacia que podría cambiar el destino del universo; "La Espiral de Ultramar".
Muchos intentaban obtener la gran reliquia pero pocos conocían los poderes que guardaba en su interior.
La masa ancestral de Tiranidos no sospechaba la importacia de lo que alli acontecía.
A la vez que unas pocas cápsulas de desembarco surcaban las cabezas de los alieniguenas, Lurk; el enorme Líder que dirigía el gran asedio, alzó un grito agudo al aire, ordenando la última carga...