Tema: Puños de Caliban
Skulldragon
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6.feb 2007 - 04:10

Copiado de Inmaterium y escrito por Duncanidaho

PUÑOS DE CALIBAN


CAPÍTULO SUCESOR DE LOS ANGELES OSCUROS


-ORÍGENES

Los orígenes de los puños de Caliban se remontan a la aparición del codex astartes. Este volumen, además de ser una obra táctica de inestimable valor, obligaba a las legiones de marines espaciales a dividirse en capítulos formados por 1000 integrantes cada uno. Como consecuencia los ángeles oscuros se prepararon para la reforma que ello implicaba. Decidieron dividir a sus capítulos sucesores en dos grupos. Uno de esos grupos serían llamados “los no perdonados”, y junto con ellos compartirían el secreto de la traición de luther y se dedicarían a la caza de los ángeles caídos. Al otro grupo de capítulos se les arrebataría el derecho a conocer este secreto y se dedicarían a correr un velo de confianza hacia los no perdonados, ayudando en las campañas imperiales y comportándose como cualquier otro capítulo de marines espaciales.

El fundador de los puños de Caliban fue un Capitán llamado Halleck. Este prometedor marine era íntimo amigo de un veterano de guerra cuyo nombre era Rautha puesto que los dos procedían del mismo mundo natal antes de ser reclutados para la legión de los Ángeles Oscuros. Cuando estalló la Herejía de Horus, Rautha fue uno de los traidores que siguieron a luther incapaz de resistirse a sus grandes dotes de liderazgo. Fue un duro golpe para Halleck averiguar que su compañero, el primero de sus hermanos por los que arriesgaría la vida, le había dado de lado tanto a él, como al Sagrado Emperador de Terra. Después de la batalla por Caliban en la que los Ángeles Oscuros se enfrentaron a sus propios compañeros de legión, Rautha fue finalmente arrestado por los marines aún leales e interrogado por los capellanes del capítulo. No se sabe mucho de lo que sucedió en las catacumbas de la roca, pero sí es conocido que Halleck estuvo presente durante todo el proceso y que, finalmente, Rautha fue “purificado” después de arrepentirse de sus actos de traición.

El comportamiento de Halleck desde entonces, aunque de una intachable valentía, no era el mismo que el de sus hermanos, quienes estaban atormentados por la traición de los caídos. No se apreciaba en Halleck ese sentimiento de odio y redención común al resto de los Ángeles Oscuros. A la hora de dividir la legión en capítulos más pequeños, se decidió concederle su liderato al peculiar capitán, a quien hicieron jurar por el emperador, que jamás revelaría el secreto de los caídos ni siquiera a sus hermanos de batalla. Así, el capítulo de los Puños de Caliban, fue olvidando los sucesos relativos a la Herejía de Horus y se fueron separando cada vez más de su legión progenitora.


-ORGANIZACIÓN:

Probablemente debido a las experiencias de Halleck durante la Herejía, la organización de los Puños de Caliban resultó ser bastante peculiar, aunque los inquisidores le darían otros adjetivos considerablemente más severos. Este capítulo gestiona todo un sistema con 5 planetas habitables. Además, Salussa Secondus, el segundo planeta por orden de cercanía al sol, es usado como planeta prisión, donde van a morir todos los criminales del sistema. Y es de allí, de donde los Puños de Caliban reclutan a sus hermanos de batalla. Salussa Secondus es un planeta volcánico sometido a altas temperaturas y a constantes erupciones volcánicas con una biosfera capaz de soportar, simultáneamente, a un total de 200 seres vivos. Teniendo en cuenta las duras condiciones del planeta, y que diariamente llega una media de 500 presos, los supervivientes son perfectos para entrar a formar parte de la élite de los guerreros del emperador.

Uno puede pensar que excriminales no son los individuos más adecuados para defender a la humanidad de los peligros residentes en la galaxia. Pero lo cierto es que los Puños de Caliban gozan de una reputación inquebrantable. Los presos ven a los marines como sus salvadores, quienes les sacan de ese infierno de planeta para perdonarles su anterior vida de pecado, les llaman hermanos, y confían en ellos para asignarles la noble tarea de proteger a la humanidad. Quizás éste es el perdón que Rautha no obtuvo de sus compañeros de legión y que quedó grabado en la mente de Halleck para siempre.

Aunque ningún marine de los Puños de Caliban sabe ya de los ángeles caídos, también tienen un gran secreto que ocultar al resto del imperio. Si alguien se enterase de su sistema de reclutamiento serían inmediatamente declarados traidores por la inquisición y se verían condenados a la desaparición sin remedio alguno. Este tema es especialmente grave en los bibliotecarios del capítulo, antiguos brujos no autorizados que usaban sus poderes psíquicos en su propio beneficio antes de ser arrestados y mandados a Salussa Secondus como el resto de los prisioneros. Debido a esto, los Puños de Caliban, aunque ayudan al imperio en todo lo posible, suelen apartarse del resto de instituciones y prefieren ir solos al campo de batalla.

Cuando tienen que luchar, los Puños de Caliban siguen el Codex Astartes de una manera bastante fiel salvo algunas excepciones de iconografía y equipamiento, ya que llevan muchos años aislados de su legión progenitora.

-CITAS HISTÓRICAS

“Los Puños de Caliban no preguntan cuántos son, sino dónde están” – Atribuido al sargento del 902º regimiento de la legión de Tallarn