Tema: | Legio Titanica |
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AGRAMAR
Vidente de Sombras Mensajes: 2304 Enviado: |
cnoguardia para protegerles, establecieron también las bases para un brazo militar ofensivo para el Culto Mechanicus, las Legiones de Titanes. Crearon armas capaces de funcionar en el entorno hostil en que se había convertido su planeta. Las vastas máquinas de guerra que construyeron fueron los Titanes. Estas gigantescas construcciones eran diferentes a cualquier otra cosa que se hubiese visto en Terra, colosales máquinas de destrucción de forma humanoide alimentadas por reactores de plasma o fusión y portadoras de poderosos ingenios de destrucción. En un mundo tan desolado como Marte era ahora, los Titantes podían avanzar en poderosas zancadas sobre el hostil terreno donde los soldados normales como los Skitarii serían tragados por los yermos venenosos y el polvo sofocante de los desiertos Marcianos. Desde esa época, las Legiones de Titanes han formado la espina dorsal de los ejércitos del Culto Mechanicus. Ahora, como parte del Imperio de la Humanidad, sirven al Emperador. De todas las máquinas de guerra de la Galaxia, ninguna puede igualarse al tamaño y potencia de un Titán. Los mayores Titanes están erizados de torretas con armas y portan poderosas armas capaces de destruir ciudades enteras. Dentro de la carcasa blindada del Titán, una incontable tripulación lleva a cabo sus tareas. Algunos operan los pulsantes motores que propulsan la máquina y le permiten caminar sobre el campo de batalla. Otros dirigen sus potentes armas de destrucción guiando sus torretas y apuntando sus letales misiles. Un Titán es una especie de navío de guerra terrestre. Una máquina de tal tamaño y complejidad que es acompañada por infantería y tanques a fin de dispensar su letal potencia de fuego de la forma más efectiva. Algunos Titanes transportan tropas al combate, formando sus piernas altas como torres poderosos bastiones desde los que escuadras de soldados atacan al enemigo. La construcción de un Titán requiere muchos años. Siglos de investigación yacen detrás de cada máquina. Los mayores y más antiguos de los Titanes contienen una chispa de la divinidad del Dios Máquina. Son sagrados en virtud de su antigüedad y complejidad técnica, y el conocimiento contenido en sus muchos espíritus-máquina. Los Tecnosacerdotes engalanan los Titanes con banderas que proclaman su naturaleza divina. En la vispera de la batalla ungen las máquinas con aceites sagrados y representan la Misa del Culto Mechanicus frente a toda la Legión. Los nombres sagrados de los Titanes son recitados entre lecturas del Manual Technicanum Titanicus. Para los Tecnosacerdotes, un Titán es más que una máquina de guerra: es un aspecto del Dios Máquina, una creación Tecnológica sagrada y reverenciada. Servir a bordo de un Titán es servir al Dios Máquina en persona. Morir allí es unirse indefectiblemente al espíritu del Dios Máquina para siempre. Servir en un Titán es lo más grande a lo que un simple mortal puede aspirar. Cuando el Culto Mechanicus comenzó a reexplorar la Galaxia por vez primera y establecer nuevos Mundos Forja, una Legión de Titanes completa de dieciséis máquinas fue enviada para proteger a la colonia y aplastar a sus enemigos. Cuando el Emperador lideró a la Humanidad en la Gran Cruzada, las Legiones de Titanes del Adeptus Mechanicus marcharon junto a los Marines Espaciales. A medida que el Imperio se expandía, los Adeptus Mechanicus tomaron muchos mundos para sí mismos, planetas que colonizaron y convirtieron en Mundos Forja del Mechanicus. Estos se convirtieron en bases para las Legiones de Titanes a los largo de la Galaxia de forma que hoy las Legiones Titánicas están esparcidas por el Imperio donde defienden los dispersos Mundos Forja del Adeptus Mechanicus. El número exacto de Titanes o de Legiones de Titanes es desconocido, pero como poco puede conjeturarse que cada uno de los más de 1.000 Mundos Forjas existentes tiene una Legión Completa de dieciséis máquinas. Semi-Legiones son enviadas a menudo para ayudar a las fuerzas Imperiales contra grandes amenazas y, en tiempos de emergencia, Legiones enteras pueden ser enviadas al combate. En la reciente Tercera Guerra de Armageddon el Adeptus Mechanicus envió a cuatro Legiones de Titanes completas: Ignatum, Invigilata, Tempestor y Victorum. La Semi-Legión Crucius y la Quarto-Legión Magna también estaban en el planeta desde la Segunda Guerra de Armageddon, y la Semi-Legión Metallica representaba a los supervivientes, reparaciones y nuevas construcciones de la Legio Metallica original que estaba presente en Armageddon en el momento de la Primera Campaña. Un cálculo sencillo de fuerza no es suficiente, sin embargo. La Legio Ordo Sinister es la Legión más senior y de élite de todas las Legiones de Titanes y consta de sólo doce Titanes de clase Emperador. Bajo el mando de su renombrado Gran Maestre Ferromort, la Legio Ordo Sinister se ha empleado exclusivamente para inspirar terror y obediencia en aquellos bajo riesgo de desobedecer la Pax Imperium. A este respecto, la Legión trabaja a menudo en conjunto con el Adeptus Arbites, la Inquisición y la Eclesiarquía. Los asaltos cuidadosamente planeados por el Gran Maestre Ferromort son famosos por su precisión, ferocidad e intachable ejecución. Grandes esfuerzos deben llevarse a cabo para usar la Legión como ejemplo de la implacable y desprovista de rostro eficiencia Imperial. La Legión es un instrumento de precisión para el Imperio – un sable bien templado en lugar del martillo pilón del bombardeo planetario o de la espada ancha de los ataque del Adeptus Astartes. Por otro lado, la Legio Destructor es probablemente la más grande de todas las Legiones de Titanes con más de cien máquinas de todas las clases. Esto debe causar asombro ya que el Mundo Forja que defiende está tan sólo a cien años luz del Ojo del Terror y en la frontera del Imperio Orko de Charadon. Dirigida por su excéntrico Gran Maestre Thaedius Wilson, la Legio Destructor ha combatido contra numerosos Waaaaghs! Orkos y contra erupciones del Caos desde el Ojo del Terror. Se rumorea en algunos sectores del Adeptus Mechanicus que la continua exposición a ataques Orkos ha hecho que la Legio Destructor sea cada vez menos ortodoxa en su aspecto y comportamiento, en particular en lo referente a su actitud hacia la batalla y el combate. Los Princeps y tripulaciones de la Legio Destructor ansían la batalla con una exhuberancia poco corriente. Hasta ahora esta sed de guerra se ha visto como un atributo útil, especialmente contra enemigos como los orkos que encuentra en la Legión a un oponente duro. Pero se rumorea que hasta el mismo Fabricador General ha expresado su sorpresa al oír que los Titanes de la Legio Destructor están ahora equipados con amplificadores sónicos de forma que la Legión puede responder a los aullidos de los Orkos con su propio grito de guerra: “gran muerte, Gran Muerte, GRAN MUERTE!” Las dieciseis máquinas de la Legio Metallica estaban en Armageddon al comienzo de la primera campaña contra el Señor de la Guerra Orko Ghazghkull Mag Uruk Thraka. Tras el asesinato del Gran Maestre de la Legión, el Princeps Senioris Kurt Mannheim recibió la orden del loco e inestable, y ahora traidor, Gobernador de Armageddon, Herman von Strabb, de salir sin apoyo a destruir a los invasores Orkos. Por la Lex Imperialis el Princeps Senioris Mannheim estaba obligado a obedecer y la destrucción casi completa de la Legio Metallica forma un ejemplo de deber y honor frente a la adversidad para todo el Imperio del Hombre. Aunque superados en una proporción de tres a uno, la Legión destruyó a un número de Gargantes Orkos muchas veces superior al suyo así como a sus tropas de apoyo. El Titán Martillo de Acero, dirigido por el Princeps Senioris Mannheim destruyó a tres Gargantes antes de ser seriamente dañado, pero incluso entonces, Mannheim se lanzó hacia el corazón del ejército Orko justo antes de que su reactor de plasma explotase. El ataque y la explosión, sumados a un ataque por el flanco de fuerzas de Servidores procedentes de las factorías de Armageddon permitieron que algunas máquinas dañadas fuesen recuperadas y que los supervivientes lograran retirarse. Al final de la campaña Mannheim recibió de forma póstuma la Estrella del Emperador por su valentía y lealtad al Imperio. La Legión ha sido reconstruida y ha ganado elogios en las posteriores campañas por Armageddon. Durante la Herejía de Horus varias Legiones de Titanes se corrompieron o cooperaron con las fuerzas del Señor de la Guerra. La más notoria de ellas fue la Legio Mortis. La Legio Mortis estaba prestando apoyo directo al Señor de la Guerra Horus antes de su posesión demoníaca y su traición hacia el Emperador. La Legio Mortis le siguió por propia voluntad. Cuando la Herejía de Horus comenzó con el bombardeo vírico de Istvaan III fue la Legio Mortis la que hizo los aterrizajes para asolar las colmenas inundadas de cadáveres en busca de los pocos y desgraciados supervivientes. Algunos dicen que fueron las cepas mutadas de este virus las que se encargaron de su corrupción final. Cuando la Legio Mortis aterrizó en Terra para asediar el palacio del Emperador estaban retorcidos y mutados más allá de lo reconocible. Las pieles de adamantio de sus Titanes estaban hinchadas y picadas con efluvios malignos, grandes tentáculos de carne y metal oscilaban y sus cabezas de Titán habían sido transformadas en babeantes visiones demoníacas. Los restos de la Legión huyeron al Ojo del Terror tras el colapso de la rebelión y, de vez en cuando, Titanes del Caos portando las carcomidas banderas de la Legio Mortis han atacado planetas humanos para llevar su terrible venganza contra todas las cosas vivientes por la derrota de su amado Señor de la Guerra. De los ejemplos anteriores puede verse que el poder combativo de las más de mil Legiones de Titanes conocidas del Adeptus Mechanicus debe exceder con facilidad la de todos los Capítulos del Adeptus Astartes combinados, y eso sólo con las fuerzas de las que se tiene noticia. Los números de las cohortes de Caballeros y Castellanos no pueden ser menores que el número de Legiones de Titanes y el número de sus máquinas no puede ser inferior a diez veces el número de Titanes existentes. Estas fuerzas pasan la mayoría de su tiempo protegiendo los planetas del Adeptus Mechanicus de modo que su fuerza y número reales no son reveladas. Gracias a Keyan Sark |