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La Legión de los Condenados

AGRAMAR Enviado: 04.04.2006, 13:43
Vidente de Sombras
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En el año 963 del presente Milenio, el Capítulo de Marines de los Halcones de Fuego fue destinado al sub-sector del Mundo de Crows. El Mundo de Crows y los sistemas planetarios adyacentes habían caído en la anarquía tras haber sido duramente castigados por piratas Eldar Oscuros. La intervención de los Halcones de Fuego debería expulsar a los Eldar Oscuros de las cercanías de los mundos humanos, restaurando el gobierno Imperial y enseñando a los invasores alienígenas una valiosa lección. La flota del Capítulo al completo, incluyendo la Fortaleza-santuario espacial móvil, realizó un exitoso salto a través de la Disformidad desde el sistema Piraeus, a menos de 120 años luz del Mundo de Crows. Las cinco naves, con más de ochocientos hermanos de batalla a bordo, nunca llegaron a su destino. Veinte años después el Capítulo fue declarado oficialmente como perdido en la Disformidad y presumiblemente destruido. La gran Campana de las Almas Perdidas resonó un millar de veces, y se dice que el propio Emperador ordenó que se encendiese una Vela Negra en la Capilla de los Héroes Caídos del Adeptus.
En 9667986.M41, una patrulla de rutina Imperial pasó cerca del sistema Orko de Jakor-tal. La escuadra descubrió con estupor inexplicables escenas de devastación. El limitado equipo del que disponía la patrulla no pudo despejar las incógnitas sobre la identidad de los atacantes. El suceso fue anotado y pasado al interminable registro del Administratum.
Una oleada de incidentes similares en ese mismo sector, y los adyacentes, pronto comenzaron a levantar el interés de la Inquisición. Los Comandantes de Escuadrón de esos sectores recibieron refuerzos y se ordenó doblar el número de patrullas. Los incidentes continuaron ocurriendo, incrementando sus actividades y destructividad en lugar de remitir. Incluso así, no se pudo obtener ni una sola pista sobre el origen de los causantes.
En 3628987.M41, una nave de exploración en el sub-sector Maran evitó por los pelos colisionar con una nave no identificada en el punto de salto Cift. La patrulla estaba entrando en el sistema Cift, mientras que la misteriosa nave lo abandonaba. Alertada por el cercanísimo encuentro, la tripulación escaneó el área de salto minuciosamente y descubrió dos objetos cilíndricos en la ruta seguida por el intruso. Éstos fueron llevados a bordo y resultaron ser ataúdes espaciales estándar, sin ningún tipo de marca de identificación.
Los ataúdes fueron llevados a la Tierra y abiertos por el Adeptus Mechanicus. Los ataúdes fueron identificados por los números de registro como pertenecientes al Absoluto, uno de los cruceros de la desaparecida flota de los Halcones de Fuego. Dentro estaban los equipados restos de dos Marines Espaciales. Los colores poco convencionales de la armadura, junto con las insignias y distintivos no oficiales, desconcertaron a los investigadores, aunque el equipo también poseía números de registro de material enviado a o fabricado por los Halcones de Fuego. Se esperaba que los trajes blindados albergasen los cuerpos de miembros de tal Capítulo, y fueron cuidadosamente abiertos. Los cadáveres eran humanos, pero una identificación exhaustiva fue imposible debido al avanzado estado de descomposición.
La verdad al completo no sería conocida hasta casi un año después, cuando una asediada estación de investigación Imperial recibió una ayuda inesperada. La guarnición había sido atacada por sorpresa por incursores Orkos. Después de horas de lucha la situación parecía desesperada. Entonces, sin previo aviso, los Orkos se encontraron bajo fuego enemigo en su retaguardia. LA ferocidad de la lucha asombró incluso a los defensores de la estación. En menos de media hora, varios cientos de Orkos habían caído ante las misteriosas figuras con armadura. Entonces, tan pronto como habían llegado, los guerreros se desvanecieron. Esta vez dejaron atrás un estandarte - la retorcida enseña de combate de los Halcones de Fuego - y sobre ella estaba escrito el lema In dedicato imperatum ultra articulo mortis (Por el Emperador más allá de la muerte). Además del estandarte había una grabadora y varios objetos sellados. Todos fueron enviados inmediatamente a la Tierra.
De los datos extraídos de la grabadora (que no era otra cosa más que el diario de a bordo del Absoluto), el Administratum fue capaz de determinar exactamente lo ocurrido al Capítulo perdido. Después de su salto en la Disformidad la flota entera se había visto atrapada por una tormenta disforme de intensidad terrorífica. Aturdidos por el poder de la Disformidad, el Capítulo tuvo que soportar el brutal ataque de poderosas entidades de disformes. Nave tras nave fue destruida y absorbida por la materia de la Disformidad. Pronto sólo quedó una de las naves. Mediante una suicida maniobra el crucero estelar consiguió salir del espacio disforme, emergiendo en más allá del oriente galáctico, a mil años luz fuera de su curso e incluso fuera del radio de la luz psíquica del Emperador.
Los supervivientes no eran ni dos centenares. Todo rastro de semilla genética se había perdido, todos los iniciados habían muerto y la mayoría de los líderes del Capítulo ya no estaban. Tampoco había sobrevivido ni uno sólo de los ayudantes del personal civil. Para hacer las cosas peores, todos los hermanos de batalla habían cambiado. Estos cambios se volvieron más obvios en los meses siguientes. Sus pieles comenzaron a ennegrecerse y les salieron ampollas, la carne se ulceraba y pudría. Poco a poco fueron muriendo, y se hizo evidente que el Capítulo había estado expuesto a algún tipo de peligrosa mutación o enfermedad. Les llevó muchos años volver de nuevo al Imperio, durante los cuales la mitad de los supervivientes del viaje inicial sucumbieron a la plaga. Aquellos que seguían vivos ya no estaban cuerdos. El dolor y la desesperación habían conducido a sus endurecidas mentes más allá del punto de racionalidad. Condenados a una muerte agonizante, gradualmente se obsesionaron con su destino. Sólo querían morir. Pero seguían siendo Marines, leales al Emperador y la humanidad. No morirían sin un propósito.
Así comenzó la imparable guerra de la Legión de los Condenados. Los Marines decidieron quitar toda insignia identificativa de sus armaduras. Las propias armaduras pasarían a ser negras, decoradas únicamente con los motivos funerarios que su portador eligiese. La mayoría prefirió los esquemas típicos con esqueletos, huesos y calaveras.
Toda jerarquía y distribución en Compañías fue abolida, ya que la mayoría de los mandos estaban muertos y los restantes guerreros eran demasiado pocos como para seguir manteniendo la estructura habitual. Todos los hermanos de batalla eran iguales ante la muerte - igualados por la certeza de su extinción. Decidieron dedicar el resto de sus días a atacar a los enemigos de la humanidad allá donde los encontrasen. La enfermedad los había privado de su cordura, pero no de su lealtad. Y su condición les había concedido poder, un poder que los investía con increíbles habilidades de combate.
Cuando la letal enfermedad se manifiesta, la víctima comienza a degenerar y pudrirse. Sin embargo, incluso mientras su cuerpo decae, obtiene un vigor sobrenatural. Mientras que sus miembros se retuercen y descomponen, el Marine gana una fuerza mayor de la de cualquier otro Marine. Estos poderes se agudizan mientras la enfermedad carcome el cuerpo de la víctima. En el momento de la muerte, cada hermano de batalla alcanza el cenit de su poder, y en ese instante la energía pura de la Disformidad transforma los agónicos momentos finales del Marine en una orgía berserker de destrucción. No os equivoquéis - la Legión de los Condenados es reducida en número, pero su poder es enorme.
Así como sus cuerpos son cambiados por el contacto con la Disformidad, también sus mentes son endurecidas. Estos hermanos de batalla son completamente inmunes a toda forma de ataque o interferencia psíquica.. No pueden verse afectados por los ataques psíquicos especiales de las criaturas de la Disformidad, aunque sí por los ataques físicos que tales seres efectúen. Los espectros astrales u otras criaturas inmateriales no pueden dañarlos de ninguna forma.

sacado de inforol



editado por: AGRAMAR, 05 Ene, 2007 - 08:07



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