aver las dos legiones perdidas no es que esten perdidas . Segun quenta el transfondo los altos señores de tera eliminaron los registros .
aqui esta el trasfondo de las dos legiones:(no es oficial pero es lo unico que sabemos sobre esos misteriosos capitulos"se rumorea tambien que cada uno fue creado por X usuario aprovechando al hueco de GW pero eso tambien son rumores")
DE LOS HIJOS DE LAS TINIEBLAS
ORÍGENES
Una vez el Emperador hubo comprobado que las técnicas de creación de Primarcas eran suficientemente seguras, decidió acelerar el proceso creando dos Primarcas en la mitad de tiempo. Este nuevo procedimiento consistía en crear dos Primarcas exactamente iguales, y como resultado de ello nacieron Sanguinius y Tánatos, quienes se convertirían en los señores de las Legiones de los Ángeles Sangrientos y los Hijos de las Tinieblas, respectivamente.
Cuando los Dioses Oscuros ordenaron a sus sirvientes que dispersasen a los jóvenes Primarcas por el tiempo y el espacio, Sanguinius arribó en Baal Secundus, al tiempo que Tánatos lo hacía en Marak. Y no sería hasta décadas más tarde que el Emperador los encontrara ocupando cargos importantes en sus respectivos mundos.
Sanguinius había erradicado casi por completo a los mutantes antropófagos de los desiertos radioactivos de Baal Secundus y, en consecuencia, las poblaciones humanas habían aumentado considerablemente su número. Cuando el Emperador se presentó ante Sanguinius, éste se mostró conforme con él desde el primer momento y accedió a acompañarle a Terra sin dudarlo.
Por otro lado, Tánatos también se había hecho con un cargo de poder en Marak tras dirigir las escaramuzas contra los Hombres Bestia que dominaban la superficie del planeta. Pero al contrario que su hermano, Tánatos era de temperamento fuerte e indomable y lo demostró enfrentándose al Emperador con todas sus fuerzas. El Emperador venció a Tánatos en combate, aunque éste no accedió a acompañarle hasta conocer la existencia de su hermano.
<hr noshade>
TÁNATOS, EL PRIMARCA INDOMABLE
Una vez en Terra y presentados ambos hermanos, el Emperador consiguió, con ayuda de Sanguinius, que Tánatos accediese a dirigir la legión portadora de su simiente y jurase lealtad a su persona. Desde ese mismo instante, Tánatos se convirtió en el comandante más devoto del Emperador, aunque conservando siempre una independencia que le valdría las sospechas del resto de Primarcas (a excepción de Sanguinius) e incluso del propio Emperador, sobre sus lealtades para con el Imperio.
Al comienzo de la Herejía, el Emperador envió a Tánatos y su Legión al completo al Segmentum Ultima, tras comprobar cómo los Dioses Oscuros habían corrompido al que para él había sido su hijo predilecto y temiéndose algo parecido por parte de Tánatos. Allí, el Primarca luchó con los piratas Eldars y Orcos que pretendían aprovechar la circunstancia de debilidad para adentrarse en el Imperio. Una vez los piratas fueron dispersados, Tánatos emprendió el viaje de vuelta a Terra y fue durante el viaje por la disformidad cuando sintió la muerte de su hermano a manos de Horus y comenzó a crecer en él un sentimiento de odio sin parangón.
Tras la batalla final por el Palacio del Emperador y la consiguiente muerte de Horus, las Legiones Traidoras se retiraron apresuradamente hacia el Ojo del Terror en busca de la protección de los Dioses del Caos. Atrás quedaba una Terra en llamas, malherida y un señor de la humanidad moribundo. Fue entonces cuando Tánatos consiguió regresar.
Un enorme vórtice se abrió cual herida sangrante en la realidad. Y por él penetraron las barcazas de la Legión de los Hijos de las Tinieblas. Un millar de cápsulas de desembarco cayeron frente al Palacio del Emperador como una lluvia de meteoritos. Cientos de kilómetros a la redonda se tiñeron de negro. Mientras los defensores se preguntaban qué estaba sucediendo, aquella marea negra comenzó a abrirse en dos desde su centro, permitiendo el paso del Primarca. Los ojos de Tánatos refulgían con un fuego rojo que mostraba la terrible furia y odio que le embargaban.
Al llegar ante las puertas, éstas se abrieron de inmediato. Ninguno de los defensores, ya fuese Marine o humano se atrevía a cruzar la mirada con el Primarca. Tánatos se dirigió impasible hacia la Sala del Trono. Allí encontró al Emperador moribundo, rodeado de tubos y conexiones que bombeaban icor negro por sus venas. Y junto a él, Rogal Dorn y Jaghatai khan le miraban con extrañeza. Tánatos se acercó con paso firme hacia el Emperador, se detuvo a unos metros de él y, sin pronunciar palabra, se arrancó el colgante con el símbolo del águila bicéfala que llevaba al cuello, para luego arrojarla con un gesto de desdén ante los pies de su antes padre y señor. Seguidamente, se dio la vuelta y se marchó. Algunos informes antiguos hablan de amenazas y reproches por parte del Primarca de los Puños Imperiales, el cual compara en algunos casos al Primarca de los Ángeles de la Noche con un engendro del Caos no mucho mejor que los traidores que habían huido hacia el Ojo del Terror. Como respuesta, Tánatos daría un nuevo nombre a los miembros de su Primera Compañía: los Desangradores.
Actualmente la Legión de los Hijos de las Tinieblas se encuentra en paradero desconocido, aunque existen numerosas pruebas de sus acciones a lo largo y ancho de toda la galaxia. Estos ataques van dirigidos en su gran mayoría a acabar con las fuerzas expedicionarias del Caos que parten del Ojo del Terror, casi siempre en ayuda de las tropas de la Guardia Imperial, y muy especialmente, del Capítulo de los Ángeles Sangrientos y sus Capítulos Sucesores. También existen pruebas de ataques contra fuerzas de Marines Espaciales (a los cuales Tánatos parece culpar de la muerte de su hermano gemelo). Además se cree que los Ángeles Sangrientos mantienen algún tipo de pacto con los Hijos de las Tinieblas, pues los primeros se niegan a atacar a estos traidores cuando se les ordena y no responden ninguna de las preguntas que el Administratum y el Adeptus Mecánicus les hace sobre ellos.
Sin embargo, y como nota curiosa, hay que remarcar que la legión nunca ha mostrado intención de unirse al Caos.
Son comunes las historias de guerreros que aseguran haber visto entre las filas de Hijos de las Tinieblas a un gigante de alas correosas y tremendo poder que acababa con sus contrincantes con las manos desnudas al tiempo que los devoraba. Es difícil asegurar que esto pueda ser cierto, puesto que, de seguir con vida, Tánatos ya podría haber atacado Terra, cosa que jamás ha hecho.
<hr noshade>
MUNDO NATAL
Marak es un planeta inhóspito, muerto, envuelto en continuas tinieblas, en el que únicamente sobreviven los más fuertes.
El planeta orbita a gran distancia de la estrella Focal III (conocida simplemente como "Luz" por los nativos), siguiendo una trayectoria elíptica básica. La razón por la cual Marak está en continuas tinieblas es que sus tres satélites se interponen entre él y Focal III durante el 85% de su recorrido. Por esta razón las noches duran 450 días terrestres, y los días sólo 67.
La superficie del planeta es un interminable desierto de obsidiana, salpicado de cordilleras y volcanes. El agua, que aparece normalmente en bolsas y lagos subterráneos, forma poco más del 10% de la superficie del planeta, por lo que ésta es el mayor tesoro para sus habitantes.
La fauna local es despiadada, como corresponde a un lugar de tales características. Abundan las Aves Fantasma (enormes reptiles halados de negras escamas, que se lanzan desde los altos desfiladeros atrapando a sus presas en absoluto silencio) y los Gusanos (lombrices de tierra de varios metros de longitud que atrapan a los desprevenidos arrastrándolos bajo la arena), pero sin duda, la amenaza más peligrosa de todas sea la presencia de Hombres Bestia en el planeta. Estos seres descendientes de una antigua partida de guerra del Caos y servidores de los Dioses Oscuros cazan a los hombres por diversión, destrozándolos por el mero placer de sentir el crujir de los huesos entre sus mandíbulas.
Los humanos nativos parecen ser los supervivientes de una antigua colonia móvil que se estrelló en el planeta por causas desconocidas durante las Era Siniestra de la Tecnología. Sin posibilidad de volver al espacio y sin los materiales y tecnología necesarias para subsistir adecuadamente, los colonos degradaron a una raza nómada bárbara que habita bajo las montañas, en el interior de laberínticos túneles que les protegen de los depredadores de la superficie. Su alimento básico los componen varios tipos de hongos, pequeños animales y algún que otro Gusano joven. Estos hombres son débiles y en muchos casos presentan malformaciones a causa del entorno en el que viven. Por esta razón, son los Hombres Bestia los verdaderos señores de Marak, mientras los humanos están relegados al rango de simples merodeadores de las sombras.
No fue hasta la llegada del Primarca de alas coriáceas, que los humanos de Marak comenzaran a ocupar el lugar que les correspondía en la escala evolutiva. Dirigidos por un joven Tánatos, los nativos realizaron cientos de escaramuzas, acabando con gran parte de los Hombres Bestia del planeta.
En la actualidad los humanos siguen viviendo en el interior de las montañas, pues la influencia del Imperio no se hizo patente para esta gente por orden expresa del Primarca, que veía en la forma de vida de Marak una fuente de guerreros de incalculable valor.
La legión de los Hijos de las Tinieblas estableció su fortaleza-monasterio sobre y bajo la montaña más grande de Marak, “El Pico sin Fin”, en el Ecuador del planeta. Desde allí han realizado cientos de incursiones para acabar con los contingentes más grandes de Hombres Bestia. Aunque no acabando con todos, pues Tánatos creía que los nativos debían ser los que acaben con ellos, sin ayuda exterior.
Tras la Herejía de Horus el Capítulo abandonó Marak, dispersándose por toda la galaxia, aunque existe la hipótesis de que vuelven periodicamente para tomar nuevos reclutas.
<hr noshade>
DOCTRINA DE COMBATE
La legión de los Hijos de las Tinieblas presenta un modo de lucha que parece ser, a simple vista, descuidado o incluso irreflexivo. Pero lo cierto es que sus ataques se basan en la movilidad que les otorgan la gran cantidad de retrorreactores, motocicletas y vehículos de transporte que poseen. Rodean al enemigo para impedir su huida para luego atacar en masa a las tropas acorraladas.
Gran cantidad de comandantes han comprobado cómo sus tropas fuertemente armadas, eran despedazadas (literalmente) por ambos flancos.
Debido a su gran movilidad, la legión no es del gusto de las máquinas de guerra aparatosas o del fuego de apoyo, por lo que es extraño encontrar ningún otro vehículo que no sean transportes; y aún más extraño, encontrar tropas equipadas con armas pesadas.
No poseen tropas especiales para el asalto, pues cada uno de sus Marines Espaciales es una imparable máquina de desollar.
<hr noshade>
ORGANIZACIÓN
La legión de los Hijos de las Tinieblas jamás ha seguido los edictos del Codex Astartes, ya que Tánatos nunca fue alguien a quien se pudiese imponer unas normas estables durante demasiado tiempo. Aparte de que su tamaño era muy inferior al de cualquier otra legión de la época debido a que la población de Marak es muy reducida en comparación con la de cualquier otro planeta imperial, y que el Primarca se negaba a tomar reclutas de otros planetas; no existía la llamada Escuadra Táctica, sino que cada Marine estaba preparado para funcionar como motorista o marine de asalto.
Otra nota interesante es que los Hijos de las Tinieblas no tienen Exploradores. No porque no tenga reclutas, sino porque, debido a que el proceso de conversión a Marine que utilizan es altamente peligroso (parece que llevan al recluta al borde de la muerte tras implantar los órganos progenoides y cigotos), creen que si un recluta se convierte a Marine ya merece todo el respeto propio de un miembro de la legión.
La actual legión presenta una estructura que el Adeptus Terra tacha de arbitraria. Se considera que estos Marines son demasiado dementes para estructurarse de acuerdo a unas reglas. La realidad es muy distinta, pues se sabe que la legión se dividió en cinco Grandes Huestes (de un tamaño similar a un Capítulo de Marines) tras la Herejía, para ser menos llamativos a la Justicia Imperial (que les da caza como a traidores). Cada una de estas Grandes Huestes está dirigida por un Gran Señor Sangriento (éstos son: Sharkan, Simus Nek, Makus, Narah Melesh y Sirus Gerk). Y de entre todos estos Grandes Señores Sangrientos se elige uno para convertirse en el Señor de los Hijos de las Tinieblas, cargo que actualmente ostenta Sirus Gerk. Cada una de las diferentes Grandes Huestes actúa de forma independiente y sólo debe obediencia a su Gran Señor Sangriento y a Sirus Gerk.
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CREENCIAS
Los Hijos de las Tinieblas reverencian a su Primarca como a su progenitor, al igual que el resto de Capítulos de Marines Espaciales. Pero, al contrario que éstos, no son devotos del Emperador, ni como dios ni como hombre.
Una de sus prácticas más extrañas es beber la sangre de sus hermanos caídos para que sus espíritus sigan juntos. Esta práctica del todo herética suele apreciarse sobre todo en los Marines que, azuzados por un Desangrador, están imbuidos de la Furia Asesina. Se apunta a que, de alguna forma, esta sea la causa de su longevidad.
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SEMILLA GENÉTICA
La semilla genética de los Hijos de las Tinieblas parece presentar gran cantidad de mutaciones y deformidades, aunque ningún Adeptus de Marte ha tenido la oportunidad de estudiar ninguna (las reservas que se conservaban en Marte fueron enclaustradas junto a las de las Legiones Traidoras, tras su deserción). Algunas de estas mutaciones pueden presentarse incluso en el aspecto externo del Marine, que presenta largos caninos y/o ojos de un profundo color rojo.
Los Hijos de las Tinieblas sienten una irrefrenable sed de sangre, al igual que otros Capítulos de simiente parecida, como los Ángeles Sangrientos o los Desgarradores de Carne. Sin embargo, esta furia y odio contenidos no se hacen patentes hasta el momento de la lucha, pues el resto del tiempo los Marines Hijos de las Tinieblas parecen controlar perfectamente sus instintos primarios. Si han descubierto una cura para la denominada Rabia Negra o si están tan inmersos en ella que pueden liberarla a voluntad, es todo un misterio.
Otra particularidad de sus mutaciones es su ongevidad antinatural. La edad más avanzada hasta la que puede llegar un Marine de cualquier otra legión es de unos trescientos o cuatrocientos años, mientras que hay datos de Ángeles de la Noche de más de dos mil años. Esta longevidad antinatural, incluso superior a la de los Ángeles Sangrientos, ha ocasionado que el Adeptus Mecánicus haya intentado capturar a alguno de estos Marines Espaciales con vida para su estudio, cosa que hasta la fecha no ha sido posible.
<hr noshade>
GRITO DE GUERRA
Es difícil percibir ningún tipo de sonido coherente entre las filas de los Hijos de las Tinieblas cuando da comienzo la batalla, pues todo es un continuo murmullo, gruñir y rechinar de dientes. Aun así, se han encontrado archivos en los que aliados de estos Marines aseguran haber oído la siguiente frase:
“¡Que el Ángel de la Muerte descienda sobre nuestros enemigos!” ]]
[DE LOS SEÑORES IGNEOS
Durante la Herejía, hubo multitud de capítulos de marines imperiales que, por una razón o por otra, desaparecieron de los archivos del Imperio. En especial se puede hablar del 2º y el 11º capítulo, que no aparecen en ningún texto imperial.
Estos dos capítulos siempre despertaron curiosidad en el resto del Imperio, pero su secreto es guardado celosamente en las catacumbas de la base lunar... He aquí la historia del segundo capítulo: Los Señores Igneos.
Antes de que la Herejía comenzara, Los Señores Igneos (por los que el Emperador sentía una especial predilección) fueron enviados al decimocuarto Sistema Solar, para sofocar una revuelta en un mundo Imperial. Una vez llegados al planeta, Los Señores Igneos y su Primarca Fulmenus se sorprendieron al observar que el mundo al que habían sido enviados vivía en una aparente paz, gobernados por un rey del que todo el pueblo estaba muy orgulloso.
Cuando los marines iban a partir de nuevo hacia la Tierra, comenzó la Herejía de Horus. Fue entonces cuando los Señores Igneos se dieron cuenta de lo que ocurría a su alrededor. La inmensa cañonera ThunderHawk en la que habían llegado al planeta había sido completamente destruida nada más y nada menos que por los mismísimos Lobos Lunares (recientemente rebautizados por el Emperador como los Hijos de Horus). Como era de esperar, Horus y su capítulo intentaron acabar con los Señores Igneos, que se opusieron intentando defender el planeta. Pero ellos no contaban con que el rey, Cathulus Espada Dorada, había sido corrompido por las oscuras fuerzas del Caos y que había arrastrado a su pueblo a la lucha contra los que se supone que deberían de ser sus salvadores. Los marines leales informaron al Emperador de la situación, siendo inmediatamente castigados por el Emperador, que todavía no había sido informado de la rebelión de Horus. Desmoralizados, los Señores Igneos no opusieron casi resistencia y fueron rápidamente exterminados por los que más tarde serían conocidos como la Legión Negra. Comprendiendo que no podían hacer nada, los supervivientes se unieron al Caos.
Pero Fulmenus sabía que su Emperador no podía haberlos castigado sin ninguna razón, por lo que supuso que no se había enterado de la traición de Horus. Así, reunió a un grupo de marines que aún no habían sido corrompidos por el Caos y logró mantener la moral del capítulo en silencio. Fulmenus decidió el momento en el que la Tierra estaba siendo destruida para rebelarse con las pocas tropas que aún le eran fieles. Así, en un épico combate, el pequeño ejército de Fulmenus se abrió paso entre los Hijos de Horus y llegaron a la cámara del malvado Primarca haciendo un esfuerzo titánico. Allí tuvo lugar la batalla que cambiaría el curso de la Herejía. Fulmenus se enfrentó en combate cuerpo a cuerpo con el mismísimo Horus, y guiado tan solo por su propia furia, consiguió una posición ventajosa frente a su adversario. Cuando Fulmenus, agotado, iba a destruir finalmente a Horus, apareció un joven comandante cuyo nombre sería más que temido en todos los rincones de la galaxia en el futuro. Se trataba de Abaddon, que bloqueó con su espada el golpe mortal de Fulmenus y cargó contra él, dejándole sin protección contra la furiosa respuesta de Horus. De nuevo su archiconocida garra se llenó de sangre, la sangre de la primera persona que osó desafiar al todopoderoso Horus.
Fue en ese momento cuando ocurrió el fenómeno más extraño de toda la Herejía: de pronto la estancia comenzó a vibrar y se abrió un enorme agujero de Disformidad, causado sin duda por las tremendas energías liberadas durante el combate. Sin dudarlo un momento, lo poco que quedaba de los Señores Igneos se precipitó dentro del agujero y desapareció en un estallido de energía. Justo después de este incidente, Sanguinius, Primarca de los Ángeles Sangrientos, entró en la estancia. Cuando vio el cuerpo muerto de Fulmenus lo comprendió todo. El resto de la historia debería conocerla todo el mundo.
Pero los Señores Igneos no desaparecieron. En contra de lo que ellos mismos pensaban, salieron vivos de la Disformidad. El lugar donde se hallaban no era conocido por ninguno de ellos. Parecía un mundo muerto, arrasado completamente por el Caos. Allí se establecieron, y crearon un mundo subterráneo donde vivieron y crecieron en número, pues no habían sido más de cien los supervivientes. Ya no se consideraban marines del Imperio, y su fe en el Emperador había sido destruida. Por ello decidieron llamarse Los Penitentes, para recordar en todo momento la ofensa a la que habían sido sometidos.
Así, al creerlos muertos, el Imperio decidió eliminar de los archivos a los otrora orgullosos Señores Igneos.
Los Penitentes luchan junto al Imperio con la esperanza de que les concedan el perdón, aunque nunca revelan su auténtica procedencia. Algunas veces, los Penitentes han sido confundidos con la Legión de los Condenados, aunque eso es otra historia y merece contarse aparte. La razón de esta confusión es el esquema de pintado, que puede ser similar.
Hola, a este respecto debo hacer una aclaración como usuario de el-cubil camarrrada Agramar... y pedirte disculpas en nombre de esa comunidad ya puestos ^^
En realidad el nombre de ese tema deberia (a mi entender) haber sido reeditado, ya que realmente se descubrio que estas no son las dos legiones perdidas
La primera de ellas, los Hijos de las Tinieblas, son una legión inventada si no recuerdo mal por Sergus, no sabria decirte en que foro...
La segunda de ellas, los Penitentes, fueron también inventados. Creo que el creador de la Cueva de Tirribo fue el genial diseñador de este capitulo.
En fin aun asi son dos legiones que molan cantidad.
Espero que esto ayude a continuar la busqueda de información sobre esas dos misteriosas legiones... de las que quiza no halla nada Y_Y
Si sirve de algo yo sigo encabezonado en que el rumor de que uno de esos primarcas es Sigmar tiene lógica...
