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Historia Tau |
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AGRAMAR
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Enviado: 12.09.2007, 13:26
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Vidente de Sombras
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EL IMPERIO TAU
La raza alienígena conocida como los Tau habita un área del espacio próxima a la franja este de la galaxia. Aunque cuenta con menos de 2000 años de antigüedad, su joven imperio se está extendiendo rápidamente por el espacio y está encontrándose con las razas más antiguas de la galaxia. En términos galácticos, su imperio es pequeño y se asienta en una amplia concentración de estrellas globulares, lo que les permite desplazarse de una a otra sin los peligros normalmente asociados a los viajes a través de la disformidad. El imperio de los Tau engloba varias razas alienígenas que se han sometido voluntariamente a ellos o cuyos servicios se compran mediante acuerdos comerciales.
La civilización tau se basa en un rígido sistema de castas. Cada una de las cuales está relacionada con uno de los cuatro elementos de la naturaleza: fuego, agua, aire y tierra.
Estos elementos dictan el papel que representa cada Tau dentro de su sociedad: guerrero, burócrata, piloto u obrero. Sus gobernantes forman una misteriosa quinta casta, la Casta de los Etéreos, que mantiene unida a las otras castas. El imperio Tau se sustenta en el concepto de que para que el individuo actúe correcta y noblemente, a de renunciar a sus deseos personales y trabajar junto con los demás en pro del Bien Supremo del Imperio. Y son muy buenos en esto
A diferencia de la mayoría de razas alienígenas que la Humanidad ha conocido hasta ahora, los Tau no son abiertamente hostiles, aunque combatirán con ferocidad para proteger los territorios que consideren suyos. El gran dinamismo de los Tau los empuja
hacia zonas pobladas de la galaxia y esto, inevitablemente, los ha obligado a entrar en conflicto con los humanos y con otras razas alienígenas.
DESCUBRIMIENTO.
El primer contacto del imperio con la raza tau tuvo lugar hace 6000 años cuando la nave de exploración del Adeptus Mechanicus Visión de Land descubrió y catalogo los que hoy se conoce como el planeta natal de los Tau. Las primeras investigaciones revelaron un planeta seco y árido con pocas zonas de vegetación y abundancia de xenomorfos marinos, aéreos y terrestres. Los primeros equipos del Adeptus Mechanicus que exploraron el planeta observaron que los alienígenas habitantes de esta sabana conocían el uso de armas primitivas y habían descubrieron el fuego, pero no se le encontró ningún valor a su existencia y su mundo quedó clasificado como adecuado para una purificación y colonización rutinaria. Se enviaron naves para que iniciasen la colonización de T’au, pero antes de que pudieran llegar a su destino, se vieron atrapadas por unas tormentas de disformidad que con una furia inimaginable las engulleron y, a pesar de la presencia de tripulantes altamente cualificados, la flota se perdió. Además, en lugar de desviar simplemente la flota de su ruta, las tormentas de disformidad arreciaron impidiendo cualquier intento de viajar en muchos años luz a la redonda, por los que muchos pensaron que el planeta estaba maldito. En cualquier caso, la atención del Imperio pronto se centro en asuntos más importantes.
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AGRAMAR
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Enviado: 12.09.2007, 13:27
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Vidente de Sombras
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RAPIDA EVOLUCIÓN.
En el olvidado y primitivo planeta T’au, las primeras especies catalogadas por el Adeptus Mechanicus crecieron en número y fuerza y algunas tribus de las llanuras empezaron a emigrar cada vez más lejos a medida que sus lugares de caza se hacían cada vez más escasos como consecuencia del aumento de la población. Con el transcurso de los siglos, cada rama de los Tau empezó a desarrollar su propio estilo de vida, mostrando un talento excepcional para adaptarse con gran rapidez al medio ambiente que habían escogido. En los aislados picos de las montañas, los Tau desarrollaron la capacidad de planear utilizando las corrientes térmicas, elevándose desde las tórridas llanuras gracias a unas alas finas y membranosas, lo que les sirvió para encontrar empleo como mensajeros y exploradores entre los demás Tau. Aquellos que emigraron y se trasladaron a valles frondosos cercanos al cauce de un río establecieron comunidades de granjeros y también desarrollaron sus habilidades metalúrgicas y empezaron a construir herramientas y a explotar las minas para crear los primeros asentamientos tau. Otros se dieron cuenta de que las otras comunidades producían lo que ellos no podían producir, así que empezaron a realizar las primeras transacciones comerciales entre tribus distintas, reconociéndose así los valores inherentes a las habilidades de cada tribu La mayoría de los Tau que permanecieron en las llanuras ganaron fuerza y se convirtieron en cazadores hábiles y agresivos. Cogían lo que querían y, si tenían que librar una batalla honorable para conseguirlo, tanto mejor.
Por alguna razón desconocida, la innovación tecnológica avanzaba a un ritmo mucho más acelerado de lo que cabría raza emergente. Los Tau que habían empezado a construir las primeras comunidades rápidamente pasaron a construir fortalezas y simples y primitivas armas de pólvora negra con las que defender sus asentamientos de las tribus de las praderas que se habían aliado con los Tau aéreos. Las rutas comerciales quedaron cortadas y los Tau que negociaban entre las diversas tribus fueron atacados para prevenir posibles alianzas. En poco tiempo, las guerras ínter tribales asolaron el continente principal; las tribus tau se enfrentaron entre ellas en feroces batallas utilizando armas de fuego primitivas. Las guerras continuaron durante muchos años y murieron miles de guerreros en cada bando. Parecía que la carnicería no llegaría nunca a su fin. Las precarias condiciones causadas por las guerras y la falta de comida fresca y agua fue la causa de una virulenta plaga que se extendió con rapidez por todo el continente hasta llegar a un punto en que morían muchos más Tau a causa de la plaga que en el campo de batalla. Mientras el salvajismo de los combates aumentaba, parecía como si la raza tau fuera a extinguirse en la hoguera de su propia barbarie.
Los Tau entraron en su época más oscura: toda su raza estaba a punto de ser destruida a consecuencia de la guerra y las enfermedades. A finales de 37º milenio, se observaron muchos portentos y presagios extraños, como luces parpadeando en el cielo nocturno y atisbos de figuras en las montañas. Muchos creyeron que estas señales presagiaban sus últimos días y que la extinción de su raza estaba próxima. La de “los Etéreos de Flo’taun” es una de las primeras leyendas de los Tau y narra como esta raza se salvó de la aniquilación.
La leyenda cuenta que en una planicie montañosa llamada Flo’taun se estableció una alianza entre los habitantes de las llanuras y los tau aéreos para asediar una poderosa fortaleza-ciudad de los tau constructores. La gran ciudadela tenía casi siete mil habitantes, por lo que los comerciantes intentaron en vano negociar con los guerreros de las llanuras. Su sangre hervía y no estaban dispuestos a aceptar ningún acuerdo, salvo los establecidos a punta de pistola.
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AGRAMAR
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Enviado: 12.09.2007, 13:28
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Durante cinco estaciones, los cañones de Flo'taun mantuvieron a distancia a los atacantes, pero, al final, apenas quedaban suministros y las enfermedades se propagaban con facilidad por el interior de la ciudad. Un anochecer, tras otro sangriento día de combates, los líderes de Flo'taun rezaron pidiendo un milagro. No esperaban que esa noche sus plegarias obtendrían respuesta.
Apareciendo de entre la oscuridad, un Tau de aspecto desconcertante se dirigió a pie hacia el campo de los sitiadores y pidió ver al comandante del ejército. Hablaba con suavidad, aunque con una autoridad innata, y los centinelas a los que se había presentado se vieron impelidos a acompañarlo hasta su líder. Al mismo tiempo en el interior de los muros de Flo’taun, un individuo de apariencia similar se presentó ante los guardias la fortaleza. No explico como había burlado las defensas de la ciudad, pidió ser
recibido por el comandante de la fortaleza. De nuevo, su petición no pudo ser denegada y fue llevado ante la presencia del líder de la ciudad. En menos de una hora las puertas de la ciudad se abrieron y salio el extraño guiando a los lideres de la ciudad hacia el campo de los atacantes.
Mientras se abrían las puertas, se encontraron con un grupo de atacantes guiados también por una figura que se parecía como una gota de agua al otro extraño. Los dos recién llegados se autodenominaron etéreos e invitaron a ambas partes a sentarse. Bajo una luna nueva de un color níveo, empezaron a hablar, explicando que las habilidades de cada tribu debían aprovecharse mejor. Hablaron de un Bien Supremo que podrían alcanzar si dejaban a un lado su belicosidad y trabajaban en común. Los dos extraños parlamentaron durante toda la noche y sus palabras fueron muy convincentes Cuando el sol empezaba a despuntar en el horizonte, se había llegado a un acuerdo de tregua entre las dos facciones.
Flo’taun fue solo el principio. En poco tiempo, más etéreos aparecieron difundiendo el mensaje de paz y del Bien Supremo por todo el planeta y las batallas fueron acabándose a medida que la nueva filosofía de vida cobraba importancia. En menos de un año las guerras habían concluido y los Tau consiguieron un esplendor que jamás habían alcanzado. Se construyeron pueblos y ciudades por todo el continente, se restablecieron las rutas comerciales y se mantuvieron las comunicaciones gracias a los Tau aéreos. Los guerreros de las llanuras fueron los más difíciles de convencer de que esta era la mejor forma de prosperar, pero, en cuanto pudieron comprobar las maravillas de la civilización creadas por las otras castas, finalmente accedieron a las súplicas de los Etéreos y mediante un vínculo de honor se convirtieron en los defensores de los Tau. Se decretó que, desde aquel día en adelante, cada tribu se conocería por el elemento que mejor la representase en el Bien supremo.
Los constructores y artesanos serian la Casta de la Tierra; los comerciantes, la Casta del Agua; los mensajeros y exploradores la Casta del Aire; y, por ultimo, los guerreros de las llanuras, la Casta del Fuego. Al haber salvado a los Tau de una lenta extinción racial, los etéreos fueron venerados con total devoción por las otras castas, a las que unían y guiaban mientras afrontaban el futuro de un nuevo sentimiento de esperanza.
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AGRAMAR
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Enviado: 12.09.2007, 13:28
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EXPANSION DINAMICA.
Los mil años siguientes conocieron un renacimiento científico, cultural y filosófico sin precedentes. Al unirse todas las castas para alcanzar el Bien Supremo, este se convirtió en la piedra angular de la sociedad Tau, el ideal por el que luchar.
Esto permitió que cada una de las castas pudiera sacar el máximo de sus habilidades e incluso permitió lanzar los primeros cohetes al espacio. La Casta del Aire se dedico de lleno a las primeras investigaciones espaciales, y en un corto periodo de tiempo se establecieron comunidades orbitales y se inicio la colonización de la luna más cercana.
En los astilleros orbitales se construyeron naves más grandes y los Tau empezaron a aventurarse a viajar cada vez más lejos, estableciendo comunidades en cuantas lunas, mundos y planetoides adecuados encontraban. Los astronavegantes de la Casta del Aire dibujaron los primeros estelares de los cuerpos estelares cercanos y estos mapas revelaron que su mundo natal se encontraba en un cúmulo estelar muy denso. Los posibles riesgos de novas y supernovas favorecieron la expansión y la Casta de la Tierra empezó a construir gigantescas naves de colonización.
La expansión del imperio Tau continuó a un ritmo frenético, lo que provoco que este entrara en contacto con algunas razas alienígenas, lo que causo la destrucción de varias naves, pero a pesar de ello, el imperio Tau prosiguió su avance. Muchas razas alienígenas mucho menos avanzadas quedaron englobadas dentro de sus límites y la mayoría de ellas accedieron a formar parte del imperio Tau. Los Orkos constituyeron una notable excepción y los Tau tuvieron que librar muchas batallas contra los pieles verdes, hasta que, finalmente decidieron abandonar sus intentos de someterlos al imperio. Tras el éxito de un viaje bordeando la disformidad, la Casta Etérea y la Casta del Aire unieron sus esfuerzos para conseguir refinar la técnica de la navegación a través de la disformidad, pero, al no poseer el gen del navegante, sus naves de colonización solo podían hacer pequeños y breves “saltos” en la disformidad, bordeando el immaterium. Por las características del imperio tau, en el que los planetas están muy cercanos los unos de los otros, esto no supuso un problema y, además, fue un modo de protegerse de los peligros inherentes a los viajes a través de la disformidad.
Al tener limitado su tiempo de exposición a la disformidad, para los Tau resulto difícil comprender los efectos alucinógenos que la disformidad producía sobre otras razas y la terrible amenaza que podía representar para los psíquicos. Estos talentos eran un misterio para los Tau, ya que ellos no poseían habilidades psíquicas y sus mentes se reflejaban en la disformidad.
En poco tiempo el imperio Tau se había extendido por una zona que abarcaba algo más de trescientos años luz y había incorporado ocho sistemas totalmente poblados conocidos como “clanes”. Estos formaron el núcleo del imperio, con colonias avanzadas y puntos de vigilancia dispersos por todo el espacio controlado por los Tau.
En las fronteras de espacio Tau, en el mundo de Pech, unos comerciantes con una escolta de la Casta del Fuego dieron con un enclave kroot y se unieron a estos seres para enfrentarse a unos incursotes orkos. En los Kroot los Tau encontraron la fuerza de la que ellos carecían y, en muy poco tiempo, las esferas guerreras kroot fueron incorporándose con regularidad a las fuerzas expedicionarias Tau. Aunque el simple pensamiento de tendencias caníbales de los kroot repugnaba a los Tau, valoraban y respetaban su fuerza como guerreros y creían que el contacto continuo con los Tau haría recapacitar a los kroot sobre sus equivocadas costumbres.
Los Tau no tardaron en reconocer el valor de integrar otras razas a su imperio. Pocas décadas después de contacto con estas razas, a los alienígenas ya se les estaban dando papeles de responsabilidad en la sociedad tau. Algunos de estos alienígenas integraron porque no les quedaba otra alternativa y otros porque vieron un gran beneficio en ello. Los Tau creen que, algún día, un pequeño número de ellos llegaran a entender que es el Bien Supremo y se plegaran a los designios de los etéreos al igual que el resto de los Tau, que los trataran como iguales, pero sin dejar de ocupar su puesto predominante. Esto se convirtió en el sueño de Imperio Tau.
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AGRAMAR
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Enviado: 12.09.2007, 13:29
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EL PRIMER CONTACTO CON EL IMPERIO.
Debido a la rápida expansión del imperio tau, era cuestión de tiempo que sus naves de colonización entrasen en el espacio controlado por el Imperio. Las naves de defensa planetaria estacionadas en Devlan, en el Segmentum Ultima, detectaron la llegada de una nave alienígena que no se había detenido en los puntos de control designados, por lo que la atacaron inmediatamente. Al no estar preparada para una respuesta agresiva, la nave tau huyó, pero no pudo escapar y las naves imperiales enviadas por el gobernador planetario la destruyeron en un combate en el límite del sistema. Se inició una investigación imperial para descubrir cuál era esa raza tecnológicamente tan avanzada y los Genetistas del Adeptus Mechanicus descubrieron que las muestras de material genético tomadas de los cadáveres de los alienígenas encajaban con aquellas de los primitivos xenos descubiertos hacía seis mil años por la Visión de Land.
También se produjeron contactos menos violentos entre los Tau y comerciantes y mercaderes imperiales que exploraban la > oscuridad más allá del límite de la franja este. Lejos de la luz guía del Astronomicón, el viaje a través de la disformidad en un lugar tan apartado en el este de la galaxia era peligroso y las noticias de este contacto no tardaron mucho tiempo en llegar al Administratum. Miembros de la Casta de Agua habían establecido acuerdos comerciales con mundos imperiales situados en la frontera y los intercambios de productos y tecnología eran bastante comunes. Alarmado por la amenazada contaminación alienígena, el Administratum preparo una respuesta adecuada y, casi un siglo después, la Cruzada de Damocles irrumpió en el espacio Tau destruyendo varios de sus asentamientos y penetrando profundamente en su imperio. Pero, cuando la flota imperial alcanzo el planeta de clan Dal’yth, la cruzada llego a un sangriento punto muerte en el que el gran numero y la avanzada tecnología de los Tau y sus aliados consiguieron desbaratar todos los intentos de capturar el sistema. Tras muchos meses de duros combates de los que no salio un claro vencedor, los comandantes imperiales accedieron a las peticiones de la Casta del Agua para iniciar negociaciones de paz. Las negociaciones tuvieron éxito y la flota imperial se retiro del espacio tau, en parte como respuesta a las pocas posibilidades de conseguir una victoria, pero, sobre todo, debido a la proximidad de la Flota Enjambre Tiránida Behemut. A medida que la flota imperial se retiraba, las fuerzas Tau, una de las cuales estaba liderada por el infame Comandante O’Shovah, la seguían de cerca para reconquistar los mundos perdidos, asimilando en el proceso a grupos de desertores humanos y renegados.
El imperio Tau continúa expandiendo sus fronteras, adentrándose cada vez más en el espacio y estableciendo colonias en cualquier mundo capaz de sustentar vida. Sin embargo, una nueva amenaza a aparecido en forma de la Flota Enjambre Tiránida Kraken y la batalla de Ichar IV. Los ataques de los Tiránidos han alcanzados varios mundos tau y los etéreos han comprendido el terrible peligro que representan estos voraces superpredadores. Mientras se va perdiendo el contacto con más y más colonias, el imperio tau se prepara para la guerra.
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AGRAMAR
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Enviado: 12.09.2007, 13:29
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Vidente de Sombras
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LOS TAU Y LA HUMANIDAD.
No se puede determinar el momento exacto en el que el Imperio Tau y el Imperio del Hombre entraron en contacto por primera vez, puesto que ambos tardaron en reconocerse mutuamente. En el caso de los Tau, el primer contacto que tuvieron fue con los componentes renegados y disidentes de la Humanidad que vivían en los lindes del imperio y que estaban dirigidos por “capitanes libres” o por piratas en el golfo de Damocles. Los contactos iniciales iban desde negociaciones amistosas a hostilidades abiertas. Los miembros de la Casta de Agua tardaron poco tiempo en darse cuenta de que estos humanos con los que se habían encontrado no eran más que los restos olvidados de un increíble vasto imperio galáctico. De hecho, era tan vasto que una agresión por parte de los Tau podría llevar a su floreciente imperio al a aniquilación.
Aunque muchos de los mas apasionados lideres de la Casta del Fuego querían llevar a cabo una guerra de conquista, los etéreos dieron unas instrucciones claras sobre como debería integrarse el Imperio de la Humanidad al imperio tau. La Casta de Agua debería unirse a las facciones de humanos disidentes más cercanas y, a lo largo de décadas de pacientes negociaciones, introducirse en las cortes de decenas de comandantes imperiales. La influencia de los Tau se fue extendiendo paso a paso, pero mucho mas rápido de lo que lo habría hecho cualquier acción militar. De esta forma, en poco tiempo una gran cantidad de planetas preferían comerciar con los Tau a hacerlo con el Imperio. La tecnología y los bienes alienígenas fluían en los mercados de estos planetas limítrofes, contradiciendo así las antiguas leyes del Imperio.
La segunda fase del plan de los etéreos estaba lista para ser puesta en práctica. En una serie de planetas, los enviados de la Casta del Agua susurraban a sus gobernantes las palabras que estos tanto querían escuchar y que tan bien habían ensayado. La semilla de la rebelión, cultivada durante tanto tiempo, empezó a dar sus frutos cuando varios comandantes imperiales decidieron dejar de lado el yugo del imperio. Los Tau aprovecharon la subsiguiente ausencia de poder para reclamar para si estos planetas, que pasaron a llamarse Enclaves O’Shovah.
La respuesta del Imperio fue inusitadamente rápida, pero característicamente brutal. Se declaró la guerra y comenzó la Cruzada del Golfo de Damocles. En un corto periodo, la influencia que los Tau tenían en el Golfo de Damocles fue desapareciendo, pero a costa de grandes perdidas militares por parte de los humanos. Con el tiempo, el empuje del Imperio fue desminuyendo y fue requerido por otros asuntos más importantes.
Una paz insegura se impuso en aquellos sectores limítrofes. El Imperio había mostrado solamente una pequeña parte de su tamaño y poder, pero los Tau habían obtenido valiosas informaciones sobre los métodos que utilizaba. Y, lo que era mas importante, habían aprendido que los renegados podían ser manipulados. Esto los llevo a pensar que una fuerza tan fracturada, independientemente de los grande que fuera, no podría oponerse al destino de los Tau y el Bien Supremo.
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AGRAMAR
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Enviado: 12.09.2007, 13:30
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Vidente de Sombras
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LA GUERRA ARKUNASHA.
Tras la cruzada del Golfo de Damocles, los Tau consolidaron su control en los planetas por los que habían luchado y los despojaron completamente del gobiernos imperial. Durante este periodo, el ahora infame Comandante O’Shovah se convirtió en el líder de la Casta del Fuego y obtuvo mucha gloria en nombre de su casta. O’Shovah obtuvo sus mayores victorias en los áridos desiertos de oxido de Arkunasha. Cuando la colonia tau recién establecida fue amenazada por los Orkos, dirigió a la Casta del Fuego de manera magistral contra una fuerza que los superaba ampliamente en número. O’Shovah uso los inmensos cañones y barrancos del desierto para engañar a los Orkos sobre su posición una y otra vez y fue destruyendo los elementos enemigos aislados poco a poco.
Hacia el final de la guerra, O’Shovah fue rodeado y asediado por una cantidad descomunal de Orkos en la fortaleza natural del altiplano de Argap; pero, incluso en esas circunstancias, sus guerreros resistieron durante meses en las montañas hasta que todos los civiles fueron evacuados. Algunos piensan que esta sangrienta carnicería amargó el carácter del comandante, que culpaba a los demás por no haber ido en su ayuda. Los Orkos siguieron estrellándose contra las defensas d O’Shovah hasta que fueron fácilmente dispersados al año siguiente.
MASACRE DE LA GARGANTA KOLOTH.
En el periodo siguiente a la expansión de la Segunda Esfera, tan solo tuvieron lugar pequeñas escaramuzas en los limites espaciales entre los imperios tau y humano, pero esto cambio cuando el ataque tau a Nimbosa anunció una nueva expansión a lo largo de la Franja Este.
Las fuerzas de Imperio no estaban preparadas para enfrentarse a esta amenaza, pues la mayor parte de la flota del Segmentum Ultima estaba ocupada en combatir a las flotas escindidas del ataque tiránido a Ichar IV. Iban a pasar muchos meses antes de que una fuerza de dimensiones considerables pudiera ser reclutada para combatir contra los Tau. El Imperio envió a un embajador bajo la protección de los Marines Espaciales de los Puños Imperiales al planeta tau más cercano. T’olku, con instrucciones de que diese inicio a unas negociaciones que retrasasen la ofensiva principal de los Tau.
Cada día de negociaciones permitía a las fuerzas Imperiales acercarse un poco más a Nimbosa y daba cierta esperanza de supervivencia ante los invasores a los colonos humanos. Sin embargo, T’olku tiene fama entre los Tau por las habilidades oradoras y diplomáticas de su concilio de sabios, y el intento de detener la ofensiva tau fue en vano. Dirigidos por el comandante Vral’ant’pad, el grueso de los Tau cayo sobre Nimbosa y los colonos se vieron forzados a luchar hasta el final, pues ninguno de ellos sobrevivió al ultimo ataque. Cuatro meses después, las fuerzas del Imperio llegaron a la superficie de Nimbosa, donde se encontraron a los Tau bien asentados y preparados para cualquier ataque. Vral’ant’pad dejó que la guardia imperial se estrellase contra sus defensas como hiciera O’Shovah con los Orkos, y llevó a cabo una serie de agresivas incursiones contra las ponderadas formaciones enemigas. Al final, tuvo lugar lo que los eruditos imperiales han llamado “Masacre de la Garganta Koloth”, donde Vral’ant’pad atrapó a las fuerzas del Imperio y las destruyó por completo en una batalla que duró tres horas. Vral’ant’pad fue requerido en T’au poco después de la guerra de Nimbosa y algunos dicen que fue censurado por las tácticas tan despiadadas que utilizó.
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AGRAMAR
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Enviado: 12.09.2007, 13:31
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Vidente de Sombras
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GUERRAS DE LA TERCERA ESFERA.
Cuando Aun’va declaró el inicio de la Tercera Fase de la Expansión, en el extremo norte del Golfo de Damocles se reunieron ejércitos de Dal’yth, Sa’cea, Vior’la y de otro puñado de clanes, todos ellos dirigidos por un nuevo comandante: la Comandante O’Shaserra. En respuesta a los informes de unos niveles de defensa imperial reducidos en aquel lugar de la frontera.
O’Shaserra rodeó rápidamente una serie de planetas imperiales fronterizos, muchos de los cuales ni siquiera tenían sistemas defensivos.
Las fuerzas de defensa de las que disponían eran claramente insuficientes para repeler a los Tau y muchos fueron convencidos por los integrantes de la Casta del Agua y humanos traidores que operaban desde Sa’cea para que entregasen las armas sin combatir.
Animada por su éxito inicial, O’Shaserra hizo que sus ejércitos se internasen aun mas en el espacio imperial, en donde encontró mucha mas resistencia, con lo que entendió rápidamente que expandir mas sus fuerzas le llevaría al desastre total. En vez de estrellarse contra las tropas del Imperio, decidió dividir su flota y atacar a la vez a una docena de frentes diferentes. En cada uno de estos frentes llevaba a cabo devastadoras guerras de guerrillas contra objetivos desprevenidos. El Imperio no podía responder bien a este tipo de ataques, así que, finalmente, decidió establecer una defensa estática en un puñado de planetas clave. La Comandante O’Shaserra sacó el mayor partido de esta estrategia al reunir sus fuerzas una vez mas y lanzar un ataque definitivo contra una agrupación de planetas imperiales que consiguió derrotar y cuyo control reclamó para gloria del Imperio Tau. En la actualidad, estos planetas conforman florecientes mundos de clan tan bien fortificados que solamente un ataque a gran escala podría hacer que el imperio recuperase su control.
Tomado del Codex Tau por Me
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Janus
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Enviado: 12.09.2007, 14:24
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Bufón de la Muerte
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y si actualmente a nosotros nos pasa lo mismo? XD (lo de la barrera de disformidad y tal)
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Datox5
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Enviado: 12.09.2007, 14:50
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Vidente de Sombras
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Ultima visita: 18.09.07
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Solo echo de menos una cosa, que se hable de como O'shova se rebelo contra la casta etérea.
¿Qué prefieres, la República Monárquica Muista o ese tal Imperio? Alístate.
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AGRAMAR
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Enviado: 13.09.2007, 07:01
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Vidente de Sombras
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Ultima visita: 17.09.07
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eso a en otro post que ya se coloco...
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Datox5
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Enviado: 13.09.2007, 11:33
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Vidente de Sombras
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Ultima visita: 18.09.07
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Ya lo sé, pero digo que no se menciona.
¿Qué prefieres, la República Monárquica Muista o ese tal Imperio? Alístate.
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