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Oficium Asesinorum |
AGRAMAR
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Enviado: 10.03.2006, 21:49
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Vidente de Sombras
Registrado: ene. 2006
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Gobernar el Imperio galáctico de la Humanidad requiere una autoridad absoluta, y ésta necesita ser reforzada por el uso de un poder total. En su forma más basta, el poder significa ejércitos de guerreros, máquinas de guerra y naves de combate, pero también puede ser aplicado de forma más sutil para conseguir los objetivos deseados. Coerción, soborno, amenazas, chantaje o asesinato son armas a disposición de quien gobierna. Para ello, el Imperio ha desarrollado varias instituciones para estudiar, perfeccionar y explotar estas armas a tope; antiguas instituciones que se remontan más allá de la Gran Cruzada hasta el nacimiento del Imperio. Una de tales organizaciones es el Oficio Asesinorum.
El Oficio Asesinorum, o Departamento de Asesinos, es una de las organizaciones más secretas del Imperio. Su oculto Gran Maestre es uno de los Altos Señores de la Tierra, el grupo de increíblemente poderosos individuos cuyas decisiones afectan a incontables billones de personas en todo el Imperio.
Sólo los Altos Señores de la Tierra pueden dar la autorización última para el empleo de los Asesinos, por miedo a que sus propias armas puedan ser empleadas en su contra. Se dice que en el pasado los Altos Señores emplearon a los asesinos para sus propios fines, y un reinado de terror se extendió incluso por la propia Tierra. En las anárquicas Guerras de Vindicación, el propio Gran Maestre de los asesinos cayó ante la hoja de uno de sus súbditos. Desde entonces los Altos Señores han tenido especial cuidado en controlar el Oficio Asesinorum de tal forma que, en teoría, sólo los traidores y los herejes tienen que temerlo.
El Oficio Asesinorum es considerado por lo pocos individuos que conocen su existencia como el arma definitiva de destrucción y diplomacia. En un Imperio que se extiende por toda la Galaxia, hay muchos que piensan que pueden desafiar a la autoridad central. Algunos simplemente buscan su independencia del Culto Imperial y de un Imperio gobernado por doce hombres sin rostro en nombre de un Emperador muerto. Otros han caído bajo la dominación de los Genestealers o han sido seducidos por las promesas del Caos. Este es el campo de batalla de los Asesinos - los perdidos y los ambiciosos, los idiotas y los pervertidos, deben ser purgados por el bien de la Humanidad.
No se puede permitir que haya herejes enfrentados al Imperio o sus estúpidas ideas se esparcirían por la Galaxia como una infección cancerígena, destruyendo lo que ya es una organización muy frágil. Los Gobernadores Planetarios de todo el Imperio deben comprender que el abuso de su poder resultará en su enfrentamiento con la justicia de la espada y la pistola. Algunos pueden evitar a los Jueces de los Adeptus Arbites, otros pocos pueden derrotar a la Guardia Imperial y los Adeptus Astartes, pero hasta ahora ninguno ha podido escapar del Oficio Asesinorum.
El Arte de la Muerte
Los Asesinos comienzan su entrenamiento en la juventud, cuando son elegidos de entre la progenie de mundos muertos, sociedades salvajes y las más peligrosas ciudades-colmena del Imperio. El entrenamiento comienza incluso en la propia nave que regresa a la Tierra, con los instructores del Oficio poniendo a prueba sin piedad a sus pupilos. Los débiles o atolondrados son eliminados antes incluso de subirse a las naves, y en el viaje subsiguiente los cobardes o que tengan poco estómago son eliminados mediante tests de determinación y disciplina.
Los reclutas deben sobrevivir con poca comida o aire durante días. Deben enfrentarse mutuamente sin cesar en combates con y sin armas, en condiciones de oscuridad total o luz cegadora, desde gravedad cero a presiones insoportables, calores sofocantes o frío polar. Cuando llegan a la Tierra suelen quedar apenas una décima parte de los que comenzaron el viaje, aunque en ocasiones las naves han llegado vacías al demostrarse que ninguno de los reclutas era digno de semejante puesto.
A su llegada a la Tierra los nuevos son dividios entre los ocultos templos del Oficio Asesinorum. Sus entrenamientos se vuelven entonces más rigurosos, ya que cada templo lleva a sus hombres y mujeres al límite. Los días se pasan combatiendo con máquinas de combate capaces de aplastar a un hombre, luchando a muerte con otros hincados o especializándose en el uso de diversas armas y técnicas marciales. Cada tempo tiene sus maneras y secretos antiguos, cubriendo cada uno un aspecto distinto del arte del asesinato. Hay muchos templos, algunos de los cuales son conocidos y muchos otros que permanecen en total secreto. Un ejemplo de los más ocultos es el Templo Culexus que emplea temibles asesinos psíquicos. Por ello, cuando los Altos Señores de la Tierra eligen sus herramientas entre los letales discípulos del Oficio Asesinorum, se aseguran de que les sirven solamente las más selectas y eficientes máquinas vivientes de matar.
Asesinos Vindicare
"Exitus Acta Probat"
"El fin justifica los medios"
El Templo de Asesinos Vindicare se especializa en los asesinatos de venganza y castigo. Los Asesinos Vindicare llevan a cabo asesinatos fríos y sin sentimientos que eliminan al objetivo con una facilidad atemorizante. Su objetivo es llevar una muerte infame y deshonrosa a los enemigos del Imperio a través de la bala de un francotirador, habiendo elevado las habilidades de los tiradores de élite a la categoría de arte. Para completarlo, los Templos Vindicare ponen un especial énfasis en las técnicas de evasión además del entrenamiento normal en armas. Una de las máximas del Templo es que un trabajo limpio sólo puede realizarse desde la mejor posición de tiro posible. Los Asesinos Vindicare pueden pasarse semanas buscando el mejor ángulo de tiro para un trabajo, y después pasarse días en su posición esperando el momento preciso para enviar su mensaje.
Las habilidades de un Templo Vindicare se emplean comúnmente para eliminar a aquellos que usan sus oratorias inflamatorias para alzar a las masas descontentas, replicando a la sedición con el aparentemente divino castigo de un invisible francotirador solitario. Muchos falsos Mesías han caído con una bala Vindicare en su cerebro mientras predicaban su credo. Los políticos rebeldes y los líderes revolucionarios que hablan abiertamente contra la sabiduría del Imperio temen constantemente recibir en el rostro semejante envío. Cuando tales personajes carismáticos mueren a manos de un invisible sirviente del Emperador, sus seguidores pronto pierden su ilusión y se vuelven temerosos. De esta forma muchas herejías han sido frenadas con un solo disparo.
Los Asesinos Vindicare siempre son muy demandados para apoyar a las fuerzas Imperiales en cualquier campo de batalla. Comandantes alienígenas demasiado exitosos o psíquicos fuera de control pueden caer rápidamente ante el punto de mira de un Vindicare. En un recordado (pero cuidadosamente acallado por el gobierno) incidente, un asalto masivo de los Eldar en la Campaña de Lammas fue frenado por un solitario Vindicare escondido en lo alto de una torre. El avance Eldar se detuvo en seco cuando una veloz sucesión de disparos terminó con el Vidente, los Exarcas y las dotaciones de las Plataformas de Apoyo.
Cuando los Eldar enviaron a sus exploradores hacia la torre, entraron en ella para hallarla desierta y abandonada.
Asesinos Callidus
"Somos las herramientas asesinas del Imperio, vivimos para honrar al Templo Callidus y para morir al servicio del Emperador."
El Templo Callidus es el más sutil de los antiguos templos ocultos del Oficio Asesinorum, especializado en el engaño magistral de los enemigos del Imperio.
Los métodos de los Callidus son de una sutilidad y astucia completas. Son a menudo empleados en situaciones en las que la interferencia directa del Imperio podría causar un resentimiento en el delicado balance de poder mantenido por los Altos Señores de la Tierra. Los Asesinos Callidus son la herramienta definitiva para los ambiciosos que emplean la diplomacia, los sobornos y la corrupción para mejorar su posición. Tales individuos juegan un peligroso juego entre los bastidores del poder, riéndose del Imperio mientras en público se comportan como los más leales sirvientes.
Las técnicas que el Templo Callidus emplea para derribar a sus objetivos son muchas y variadas, y pueden ir más allá del simple asesinato del infractor. Los Callidus llevan a cabo muchas operaciones encubiertas que pueden involucrar a varios Asesinos infiltrados en una determinada organización durante meses o años. Su meta es llegar lo más cerca posible del objetivo para llevar a cabo su misión de forma impecable. Esta puede implicar tanto el forzar un cambio de opinión en una decisión importante como el asesinato directo si llega el momento.
Para conseguir un resultado óptimo en sus acciones el Templo Callidus recurre al uso especializado de la droga cambia-formas "Polimorfina". Una inyección de Polimorfina permite a un Callidus veterano cambiar su apariencia externa. Bajo la influencia de tal droga el cuerpo de quien la emplea sufre cambios dramáticos, que sólo un individuo completamente entrenado puede mantener bajo control. Esencialmente, a nivel celular, los vínculos que unen las células de huesos, carne y nervios son disueltas por la droga Polimórfica, permitiendo durante un breve instante que el usuario modifique sus estructura. Pueden alargar sus huesos, estirar su piel, cambiar el tamaño y forma de sus músculos, o convertir las células de proteínas en grasa y viceversa. Una vez que la droga ha cumplido su trabajo, los nexos entre las células se reestablecen y el Asesino habrá cambiado su apariencia hasta que una nueva inyección de Polimorfina le permita modificarla de nuevo.
Todos los Asesinos del Templo Callidus están entrenados en el uso de la Polimorfina. Solamente con la Polimorfina un Asesino Callidus puede llevar a cabo la suplantación de cualquier humano que deseen, desde una hermosa joven hasta un achacoso vejestorio. Sin embargo, los Adeptos Médicos del Imperio han desarrollado también una amplio surtido de implantes quirúrgicos que permiten a un Callidus imitar a cualquier miembro de una raza alienígena, como Orkos y Eldar. Los implantes consisten en flexi-cartílago y piel sintética endurecida similar a la usada en las armaduras de los Marines Espaciales. Cuando el Asesino está en su forma normal estos implantes permanecen "durmientes" bajo su piel o en sus huesos. Sólo cuando la Polimorfina es inyectada estos implantes reaccionan a los estimulantes que lleva la droga, mutando hacia las formas genéticamente implantadas en su creación, permitiendo al Callidus transformar su cuerpo en la grotesca figura chaparra de un Orko o en la ligera gracia de un Eldar. ¡Los más asombrosos y horripilantes de estos implantes son los que permiten a un Callidus adoptar la odiosa forma de un Genestealer!
Mientras está empleando la Polimorfina un Callidus debe tener control completo de su cuerpo así como una empatía total con el sujeto que está intentando replicar. El alto nivel de disciplina requerido por las complejas formas ritualizadas de combate también permiten alcanzar a los Asesinos la calma y paz interiores requeridas. A través de los siglos, los Maestros del Templo Callidus han aprendido que los cuerpos femeninos y los psíquicos son mucho más adecuados para sufrir estos cambios, y es cierto que las mujeres superan con mucho a sus compañeros hombres en estas tareas camaleónicas.
Los Callidus superan años de riguroso entrenamiento en el uso de la Polimorfina hasta convertirse en máquinas vivientes de matar al servicio de su Templo. Como parte de su entrenamiento, los Callidus también se especializan en antiguas y secretas técnicas de artes marciales. Esto los hace letales en multitud de estilos de lucha, ante los cuales incluso los enemigos más entrenados sufrirán para encontrar una defensa. Un Asesino Callidus debe moverse entre sus enemigos como si fuese uno de ellos, por lo que su elección de armamento siempre está limitada a las circunstancias, teniendo que luchar muchas veces con sus manos desnudas. Sea como sea, un Asesino Callidus es tan letal desarmado como equipado con las pequeñas y manejables armas reglamentarias de su Templo.
En el campo de batalla, un Asesino Callidus es desplegado detrás de las líneas enemigas, donde pueden emplear sus asombrosos poderes para infiltrarse en el ejército rival. Normalmente eliminan a un personaje relevante y ocupan su lugar, vistiéndose con su equipo y empleando la Polimorfina. Los Asesinos Callidus pueden asumir la identidad de prácticamente cualquier persona, pudiendo acercarse a los comandantes enemigos o a los psíquicos más poderosos, influyendo en sus decisiones si es posible o matándolos cuando la oportunidad así lo dicte.
Asesinos Eversor
"Sembrasteis las semillas de la condenación y yo cosecharé las almas de los malditos. Temedme, pues soy vuestro Apocalipsis."
El Eversor es posiblemente el más aterrador de todos los Templos del Oficio Asesinorum. Los Eversor se especializan en tácticas de choque y terror, instilando el miedo al castigo Imperial en los corazones y mentes de todos los que poseen poder. Los Asesinos Eversor son usados principalmente contra gobernadores rebeldes que tienen planes de moverse contra el Imperio con una fuerza armada de renegados. En lugar de enfrentarse a esta amenaza con una gran y costosa guerra que consumiría recursos preciosos y dejaría algún planeta arrasado, los Altos Señores pueden admitir el empleo de un Asesino Eversor. Un Eversor raras veces tiene un único objetivo. Su misión será arrancar el corazón de cualquier operación rebelde a través de la destrucción masiva y el caos. Tal brutalidad asegura que los renegados sean totalmente exterminados sin que quede ningún sucesor para continuar su labor. El enemigo es destruido sin piedad por el imparable ataque de un Eversor.
Para completar sus sangrientos objetivos, el Templo Eversor entrena a sus Asesinos para ser asesinos despiadados totalmente dedicados al Imperio y su causa. Usando técnicas especializadas de genética y biología humana, cada Asesino Eversor es mejorado para ser convertido en una máquina sobre-humana de matar. Sus cuerpos se fuerzan al límite de su resistencia mediante el uso de avanzados implantes biónicos y alteraciones genéticas. Además el Templo Eversor ha desarrollado un amplio rango de drogas de combate que pueden alterar el estado mental de un Asesino hasta convertirlo en un psicópata, forzándole a un límite en ocasiones mortal.
Cada Asesino Eversor desarrolla un hiper-sistema inmunológico para contrarrestar las toxinas de la mayoría de drogas empleadas por el Templo. Sin embargo, muchas de ellas también son altamente adictivas. Sin ellas los Asesinos seguramente morirían, y con ellas se convierten en imparables bestias. ¡El inevitable resultado de esto es que los Asesinos se vuelven adictos al asesinato! La única forma de mantener a los Eversor bajo control es tenerlos en crio-suspensión hasta que sean requeridos para alguna misión. Cada Asesino es mantenido en una cripta de criogenización a bordo de alguna de las múltiples naves-templo que los Eversor tienen repartidas por todo el Imperio. Las naves mantienen un constante estado de alerta, esperando las órdenes de los Altos Señores de la Tierra para soltar su letal carga humana.
Cuando un Eversor es seleccionado para una misión es llevado de su cripta a una cápsula de desembarco especial, donde los nexos neuronales le implantan los detalles de la misión mientras sigue en suspensión criogénica. La cápsula es lanzada al planeta objetivo, mientras los sistemas de control remoto reaniman al Asesino dejándolo listo para completar su misión. Cuando la cápsula impacta el Asesino recobra completamente su conciencia de golpe, deseoso de completar su sombría tarea. No sabrá el tiempo que lleva en crio-suspensión - pueden ser meses, años o incluso siglos, pero para él el tiempo transcurrido entre una misión y otra no será más que un instante. Sus impulsos psicópatas lo empujarán a matar, y los detalles de la misión le indicarán exactamente a quienes. Abriendo un sangriento camino de destrucción a través de las filas enemigas, el asalto de un Eversor es tan rápido y brutal que sus enemigos raras veces se dan cuenta de que están siendo atacados hasta que las puertas de su santuario vuelan por los aires - y entonces ya es demasiado tarde incluso para gritar.
Bio-Asesinos Eversor
Los reclutas del Templo Eversor son invariablemente elegidos de entre los novicios más jóvenes disponibles. Esto es así porque solamente un cuerpo que no esté plenamente desarrollado puede aceptar las muchas alteraciones genéticas que se requieren. El proceso de convertirse en un Asesino Eversor es arduo y largo, cada examen exhaustivo, cada manipulación genética y cada inyección de droga convirtiendo al recluta en un prototipo viviente. Al principio, los resultados de los entrenamientos se emplean para determinar qué tipo de alteraciones son las más adecuadas. Después de eso comienzan los verdaderos experimentos...
Los maestros del Templo Eversor y los Adeptus Médicos están constantemente desarrollando y adaptando programas especiales de genética, bio-implantes y potenciadores químicos que permitan mejorar el cuerpo del Asesino más allá de lo que cualquier humano podría lograr.
El Asesino Eversor novicio pasa por una re-estructuración de su esqueleto, que incrementa su estamina y capacidad aeróbica, permitiéndole luchar durante días sin cansarse o sentir necesidad de comer. La hipertrofia muscular permite al Asesino estallar en una furia hiperactiva cuando es descongelado, acelerando sus funciones cerebrales y reflejos en combate. Para poder soportar estos cambios drásticos, al Asesino Eversor se le implanta un segundo corazón. Esto no sólo otorga al Asesino una supervivencia mayor si uno de sus corazones resultase dañado en combate, si no que cuando está funcionando al límite ambos corazones pueden bombear al unísono. Esto asegura que puede mantener el excesivamente alto ritmo cardiaco necesario para hacer funcionar su cuerpo bio-químico sin colapsarlo. Si el cuerpo del iniciado sobrevive a tales implantes y modificaciones, su córtex cerebral también es mejorado mediante el implante de chips lobotómicos genéticamente codificados en su cerebro. Estos chips amplifican el estado mental del Asesino, convirtiendo el desagrado ante los enemigos en una rabia salvaje, o el deseo de servir al Imperio en una necesidad de cumplir su misión a cualquier precio. Se implantan nuevos conductos de adrenalina, mejorando las funciones del cerebro y permitiendo al Asesino hacer cálculos complejos y tomar decisiones tácticas en cuestión de segundos. La adrenalina extra también mejora el rendimiento del cerebro en ambientes de baja atmósfera.
El proceso de convertir a un humano normal en una máquina bio-mejorada no está exento de peligros. Muchos Asesinos han muerto en la mesa de operaciones o, más a menudo, de algún efecto secundario no previsto. Los Adeptus Médicos conocen muchos de estos efectos secundarios, que pueden ser contrarrestados por implantes glandulares que liberan los agentes necesarios para evitar su aparición. Sin embargo, todos los Asesinos Eversor están condenados a no poder estabilizar nunca su cuerpo. Mientras el Eversor vive puede mantenerlo todo bajo control usando su hiper-sistema inmunológico y los avanzados córtex cerebrales. Esto le permite mantener niveles de combinación química saludables dentro de su cuerpo. Sin embargo, si un corazón o el cerebro fallan, la mezcla de productos y tecnología reaccionarán rápidamente. A medida que el control del cuerpo del agonizante Asesino se deteriora, se produce una combustión espontánea o una horrible explosión.
Asesinos Culexus
"Lo que es desconocido o invisible es lo que inspira el mayor miedo".
El Templo Culexus es el más siniestro de los Templos de Asesinos. Incluso en las más altas esferas del Oficio Asesinorum se mira a este Templo con extrema cautela. La razón no es la forma en la que operan los Asesinos Culexus, o en sus sucios métodos de asesinar a sus víctimas. Es por los propios Culexus...
Los Asesinos que forman el Templo Culexus no son elegidos por su salvajismo, sus habilidades de combate o su devoción, aunque sin duda son requisitos básicos. Primero y más importante, un Asesino Culexus potencial es elegido porque posee un raro defecto genético, creando algo que es definitivamente único y aborrecible por el Imperio.
Cada ser viviente tiene su presencia en la Disformidad, desde donde el alma entra en el espacio real. Para los no psíquicos esto será poco menos que una chispa. Para los psíquicos, sin embargo, su alma brilla, como un faro luminoso que puede ser visto por otros psíquicos y las criaturas que moran en la Disformidad. Cuanto más poderoso sea un psíquico, más brillará su esencia en la Disformidad. Los Asesinos Culexus son especiales porque no tienen, o no parecen tener, presencia en la Disformidad. Carecen, a todos los efectos y propósitos, de alma.
Este defecto extremadamente raro ocurre por alguna razón inexplicable en uno de cada billón de individuos, y muchos lo encuentran inquietantemente horrible. Aquellos que tienen este defecto son conocidos por el nombre de Parih, o Intocables, y encontrarse con uno es algo que ningún ser vivo puede olvidar. Su mirada fría y calculadora atrae toda tu atención; sus ojos son pozos de oscuridad que parecen absorberte hacia un vacío absoluto. No es raro creer que los Parih sean tratados como forajidos o leprosos, rechazados por sus padres y expulsados de los asentamientos. Las supersticiones locales advierten que simplemente tocarlos trae mala suerte. Muchos Parih se resignan a su destino y llevan simples vidas alejadas de los demás, marchándose de las áreas más pobladas. La Inquisición encuentra a los Parih que se han convertido en ermitaños, o han sido reducidos al vagabundeo en el subsuelo de alguna ciudad-colmena.
Durante un corto periodo de tiempo los Parih eran llevados a la Tierra en las Naves Negras con otros psíquicos no contaminados. Una vez en la Tierra eran cedidos para experimentación al Departamento Biológico del Adeptus Mechanicus. No pasó mucho hasta que un gran número de Parih estaban pudriéndose en las celdas de laboratorios experimentales.
Tal número de Parih comenzó a formar una sombra en la Disformidad, bloqueando incluso al Astronomicón, el vital faro destinado a guiar las naves por todo el Imperio. Esta fue la primera prueba inquietante de su potencial.
Otras ramas del Administratum, especialmente las que empleaban numerosos psíquicos en sus filas, se horrorizaron. Pronto muchos Altos Señores de la Tierra comenzaron a mover los hilos para que los Parih fuesen declarados herejes, siendo perseguidos y exterminados por la Inquisición. El Enviado Paternoval de los Navegantes, el Señor del Adeptus Astra Telepatica y el Maestro del Astronomicón presionaron al Señor del Administratum para que se convirtiese en un decreto oficial y poder limpiar el Imperio de semejantes engendros que amenazaban sus pilares.
Esto fue realmente desafortunado para el Oficio Asesinorum, que había estado trabajando secretamente en relación con los Magos Biologis y Genetores del Adeptus Mechanicus para ver si era posible emplear a los Parih para asesinar psíquicos. Su trabajo estaba casi completado tras muchos años de desarrollo de equipo especializado y técnicas de entrenamiento. Todo estaba a punto de ser arruinado por una caza de brujas.
El decreto del Señor del Administratum nunca llegó. El Adeptus Mechanicus anunció que el "Proyecto Parih" había concluido, realizando un fastuoso espectáculo de clausura de los laboratorios seguido de la ejecución de varios especimenes de prueba. Satisfechos de que no se necesitase ninguna acción posterior, los Altos Señores de la Tierra devolvieron su atención a otros temas.
En realidad el Oficio Asesinorum nunca había tenido intención de detener sus investigaciones. A salvo de cualquier acción oficial en contra de sus nuevas armas secretas, pudo operar impunemente para ponerlos en circulación como guerreros. Los Asesinos Culexus reciben el entrenamiento básico en armas y métodos de asesinato, pero por lo demás no necesitan mucha preparación adicional. La idea inicial de poder emplearlos como asesinos dedicados de psíquicos es puesta en práctica en parte, ya que gracias a su defecto genético tienen una gran ventaja sobre sus víctimas. Con su vacío psíquico no pueden afectar a mentalistas rivales, pero sí pueden evitar ser detectados por ellos en su aproximación. Si logran perfeccionar las técnicas de camuflaje y escondite físico, su propia naturaleza los esconderá de cualquier rastreo psíquico.
Es por ello que los Asesinos Culexus son empleados principalmente cuando se atenta contra poderosos practicantes de los poderes mentales, como psíquicos descarriados o alienígenas con poderes similares como Videntes Eldar o Patriarcas Genestealers. La existencia de tales seres es conocida también por las demás razas, aunque sea sólo a través de las leyendas. Que un psíquico se vea repentinamente frente a la personificación de su pesadilla más horripilante es suficiente como para paralizarle el tiempo necesario para que el Culexus lleve a cabo su tarea sin temer un contra-ataque.
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Alanthos
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Enviado: 19.03.2006, 23:51
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Vidente de Sombras
Registrado: feb. 2006
Mensajes: 109
Estado: Desconectado Ultima visita: 05.02.07
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Sííííí... molan.
Son despiadados. Son hábiles. Son infalibles.
Pero lo mejor de todo es que son Asesinos.
Me encantan los Asesinos... algún día haré compañeritos relatos para el relato del Culexus. Para ser más concretos, cuatro más:
1.- Callidus.
2.- Eversor.
3.- Vindicare.
4.- Venenus.
Una tarde liada que será, sí señor... Hahahaaa...
(mis preferidos son los Culexus, pero no sabía casi nada de ellos; hasta que conseguí el Codex Asesinos viejo y leí lo que dice Agramar)-
Atentamente,
Alanthos Steelway
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